domingo, 24 de julio de 2011

El Sol, en negativo

Crédito: César Cantú de Monterrey, México, y el Observatorio Chilidog.

Pues sí, aunque no lo parezca, la imagen de aquí arriba corresponde al Sol. Mejor dicho, al negativo del Sol, pues eso es lo que hizo el fotógrafo astronómico César Cantú, del Observatorio Chilidog de Monterrey, México. Obtuvo una foto del astro el 11 de julio de 2011 siguiendo un procedimiento normal, luego tomó el negativo de la misma y, por último, le aplicó un falso color mediante el sofware Maxim DL 5.0; en este caso eligió tonos azules para el cielo y anaranjados para la cromosfera solar.

¿Por qué hizo esto? Además de obtener una imagen realmente bella, así consiguió aumentar el contraste y poner de manifiesto algunas protuberancias solares que, de otra manera, serían más difíciles de apreciar durante un procesado normal. 

Aquí puedes ver una imagen "normal" del Sol, tomada esta vez el 14 de julio, junto con su correspondiente "negativo".  

Crédito: César Cantú de Monterrey, México, y el Observatorio Chilidog.

Fascinante, ¿verdad? Pues en su página web puedes encontrar más imágenes realmente interesantes.


Fuente: Universe Today

viernes, 15 de julio de 2011

V de Vesta

La sonda Dawn, a 40,000 kilómetros del asteroide Vesta. Y acercándose...
(9 de julio de 2011, NASA/JPL)

Si todo va bien y estás leyendo esta entrada después de las 4 de la madrugada del 16 de julio de 2011 (GMT+1), la sonda Dawn estará ya orbitando alrededor del asteroide Vesta, el segundo cuerpo más grande del cinturón de asteroides con sus 530 kilómetros de diámetro. (Los habituales del blog ya saben que es un tema que me fascina y al que ya he dedicado una y otra entrada.) Será un hecho histórico, la primera vez que una nave orbite alrededor de un cuerpo del cinturón de asteroides, la región entre Marte y Júpiter donde se concentran más de cien mil de estos cuerpos rocosos.

Desde que partiera de la Tierra en septiembre de 2007, la trayectoria de la sonda Dawn se ha acercado sutilmente a la de Vesta en su camino alrededor del Sol. Gracias a sus suaves motores de propulsión iónica, la sonda será capturada casi sin enterarse por la gravedad de Vesta; nada que ver con las violentas (y peligrosas) entradas en órbita de otras sondas al encender sus motores. Cuando eso ocurra, dentro de unas pocas horas, Dawn se encontrará a apenas 16.000 kilómetros de la superficie del asteroide, una minucia comparada con la distancia que la separará de la Tierra en ese momento, unos 188 millones de kilómetros.

Y digo si todo va bien porque en estos asuntos no hay que cantar victoria antes de tiempo, por muy cerca que se esté del objetivo. Eso lo saben perfectamente los ingenieros de la misión, que el pasado 27 de junio se llevaron un buen susto. El sistema de propulsión iónica sufrió una repentina pérdida de potencia debido a que las válvulas que controlan la salida del xenón no se abrieron correctamente. Como consecuencia de ello, Dawn pasó automáticamente al modo “comunicaciones seguras”, en el cual se detuvieron diversas actividades, como la recogida de imágenes para el ajuste de la trayectoria, y la sonda giró su antena hacia la Tierra para facilitar la comunicación con nuestro planeta. Por suerte, los ingenieros pudieron restablecer el funcionamiento habitual del sistema de propulsión tres días después y desde entonces ha trabajado sin problemas.

Si, como decía, todo va bien, Dawn permanecerá de visita en Vesta durante un año, estudiando el asteroide gigante de cerca para ayudar a entender los inicios del Sistema Solar. Asteroides como Vesta se formaron hace miles de millones de años, al mismo tiempo que los planetas del Sistema Solar; son, por tanto, auténticas reliquias que pueden aportar una valiosa información a los científicos. En una primera etapa de reconocimiento, la sonda se situará a unos 2,700 kilómetros de altura, desde donde obtendrá panorámicas en color del asteroide y recopilará datos sobre la luz reflejada por su superficie a distintas longitudes de onda, lo que permitirá realizar una primera valoración de la composición de su superficie.

Una vez completada esta primera etapa, Dawn se acercará a sólo 680 kilómetros de la superficie y se dedicará a trazar mapas de las regiones del asteroide iluminadas por el Sol, obtener imágenes en tres dimensiones de la topografía de su superficie, adquirir datos en alta resolución para clasificar sus distintos tipos de rocas y conocer mejor las propiedades térmicas de Vesta.

Por último, Dawn descenderá a menos de 200 kilómetros de altura, donde, entre otros objetivos, intentará desentrañar la estructura interna de Vesta. Ahora mismo los astrónomos clasifican a Vesta como un asteroide gigante, pero también se le suele llamar un protoplaneta, porque es un cuerpo de gran tamaño que casi se convirtió en un planeta. De hecho, se piensa que su estructura interna podría ser bastante parecida a la de la Tierra: un núcleo metálico, un manto rocoso y una corteza. A lo mejor, cuando Dawn lo estudie en detalle, Vesta sube de categoría y pasa a convertirse en un planeta enano.

Dawn partirá a su segundo destino, el planeta enano Ceres, en julio de 2012, donde está previsto que llegue en febrero de 2015. Será la primera nave espacial en orbitar alrededor de dos cuerpos distintos de nuestro Sistema Solar.

Si todo va bien… 


Fuente: NASA/JPL

miércoles, 13 de julio de 2011

La penúltima pirueta del Atlantis


Después de ver este estupendo vídeo, puede que estés pensando: ¿y para qué diantres se pone a hacer el Atlantis filigranas en el espacio? No se trata de una acción de cara a la galería, sino de una maniobra de seguridad que realizan todos los transbordadores espaciales desde 2003, cuando el Columbia se destruyó al volver a entrar en la atmósfera terrestre. Como se supo después, un fragmento de espuma de poliuretano que recubría el tanque externo del Columbia se soltó durante el despegue e impactó debajo del ala izquierda. El golpe desprendió algunas losetas de protección térmica, de manera que cuando entró de nuevo en la atmósfera, el calor destruyó parte de la estructura interna del ala, provocando la tragedia.

Pero volvamos al presente. Justo antes de realizar la maniobra de acoplamiento con la Estación Espacial Internacional (ISS, de sus siglas en inglés), el Atlantis aprovechó que se encontraba debajo suya para realizar este suave giro de 360º y que los tripulantes y las cámaras de la ISS pudieran observar el sistema de protección térmico del transbordador. Las imágenes obtenidas se enviaron luego a los ingenieros de la NASA, que todavía están comprobando que no haya ningún daño en el sistema para evitar que se produzcan desastres como el del Columbia.

En este vídeo puedes ver la maniobra de nuevo, esta vez acelerada a 4x, y con alguna interesante explicación adicional.


  
¡Ah, se me olvidaba! El análisis preliminar de las imágenes indican que el sistema de protección térmico se encuentra en perfecto estado.

martes, 5 de julio de 2011

A lomos de un cohete sonda



El pasado 23 de marzo de 2011, la NASA envió un pequeño cohete sonda al espacio para medir la energía solar y calibrar el instrumento EVE del Solar Dynamics Observatory, un telescopio espacial que estudiará el Sol durante los próximos cinco años. A bordo del cohete sonda se colocaron dos cámaras que grabaron este breve -apenas cuatro minutos y medio- pero alucinante viaje de ida y vuelta al espacio exterior. Se agradece enormemente los textos que aparecen explicando las distintas fases del vuelo, así como el gráfico donde se indica la trayectoria del cohete sonda en cada momento. Un vídeo para disfrutar tanto de las imágenes como del sonido (o de su ausencia).

El instrumento EVE (de las siglas en inglés, Extreme Ultraviolet Variability Experiment) mide la emisión de radiación ultravioleta del Sol con una regularidad, exactitud y precisión sin precedentes. Sus datos ayudarán a entender la influencia de esta radiación en el clima de nuestro planeta.