lunes, 28 de septiembre de 2015

Hard-luck Scheele [vídeo]


Si había una charla que tenía ganas de ver este año en Naukas Bilbao 2015, esa era la de mi admirado tocayo Daniel Torregrosa, el autor del estupendo blog Ese punto azul pálido. La charla estaba programada para la edición anterior, pero por motivos personales el bueno de Dani tuvo que aplazarla.

Sin duda, la espera ha merecido la pena. En menos de diez minutos, Dani rinde su personal homenaje a una humilde figura que no tiene el reconocimiento que se merece en la historia de la Química, sobre todo si repasamos la casi interminable lista de sus méritos. Se trata del sueco Carl Wilhelm Scheele (1742-1786).


Carl Wilhelm Scheele | Fuente

A lo largo de su breve pero fructífera vida, Scheele aisló un número impresionante de compuestos de todo tipo, desde minerales hasta gases, pasando por ácidos orgánicos e inorgánicos. Descubrió un buen puñado de sustancias muy útiles, como la glicerina o el amoniaco. E intervino de manera decisiva en el descubrimiento de varios elementos, como el oxígeno o el cloro, aunque por diversos motivos no logró que se le reconociera el mérito de uno solo de ellos. Ningún otro químico, antes o después de él, ha sido capaz de descubrir e identificar una cantidad semejante de sustancias.

Y por si la charla te ha dejado con ganas de más, aquí van otros logros de Scheele que Dani no pudo comentar por falta de tiempo, y que espero que ayuden a comprender la verdadera dimensión de este genio de la Química.
  • Fue elegido miembro de la Academia Sueca de Ciencias en 1775, una distinción nunca concedida antes (ni después) a un ayudante de boticario.
  • Descubrió la barita, el ácido sulfhídrico y el arseniuro de hidrógeno.
  • Estimó correctamente el porcentaje de oxígeno que hay en la atmósfera.
  • Demostró que la plombagina era básicamente carbono y obtuvo grafito a partir de él.
  • Descubrió un mineral compuesto por tungstato de calcio, que más tarde fue bautizado en su honor como scheelita.
  • Descubrió que el fósforo era un componente de los huesos e ideó un método para obtenerlo en grandes cantidades a partir de las cenizas de los huesos. Hasta ese momento, se utilizaba la orina como materia prima del fósforo; el cambio fue, en todos los sentidos, muy beneficioso. Poco después, el fósforo empezó a utilizarse en las primeras cerillas y, en 1855, el fabricante sueco J. E. Lundström se hizo millonario al patentar los fósforos de seguridad. Desde entonces, existe una notable industria de cerillas en Suecia.
  • Scheele se dio cuenta que el cloro descoloría flores y hojas. Esta propiedad del cloro tuvo una gran repercusión comercial, pues antes se blanqueaban las prendas mediante la acción de la luz solar. Cuando el método de blanqueo se perfeccionó añadiéndole cal al cloro, el proceso completo pasó de durar varios meses a apenas unas horas. Todavía hoy sigue usándose para este fin en la industria papelera.
  • En 1782, Scheele recomendó que, para la conservación del vinagre, éste fuera hervido en un recipiente cerrado al menos durante una hora para la fermentación y destrucción de los gérmenes. Así, el boticario sueco se anticipó en más de un siglo a los métodos de esterilización que propondría Pasteur a finales del siglo XIX.
Creo que después del vídeo y de todo lo anterior podemos afirmar que Scheele fue uno de los grandes químicos del siglo XVIII y, por qué no, de la historia.

NOTA: Esta entrada participa en la L Edición del Carnaval de Química que organiza  el blog de JEDA Granada.

lunes, 21 de septiembre de 2015

No podía haber en el mundo hombres más felices que los científicos

Vasili Grossman (1905-1964)

Qué ingenuas le parecían a Shtrum las ideas de los físicos de mediados del siglo XIX, las opiniones de Helmholtz que reducía la tarea de la física al simple estudio de las fuerzas de atracción y repulsión, las cuales dependían sólo de la distancia.

¡El campo de fuerzas es el alma de la materia! La unidad que comprende onda de energía y corpúsculo de materia… la estructura granular de la luz… ¿Es una lluvia de gotas luminosas o una onda fulgurante?
La teoría cuántica ha sustituido las leyes que rigen las entidades individuales físicas por otras nuevas: las leyes de la probabilidad, las de una estadística especial que ha abandonado la noción de individualidad y reconoce sólo el conjunto. A Shtrum los físicos decimonónicos le evocaban la imagen de hombres con bigotes teñidos, enfundados en trajes con cuellos altos y almidonados, con puños rígidos, apiñados alrededor de una mesa de billar. Aquellos hombres con profundidad de pensamiento, pertrechados con reglas y cronómetros, frunciendo sus tupidas cejas, medían velocidades y aceleraciones, determinaban las masas de las esferas elásticas que llenaban el tapete verde del espacio universal.
Pero de repente el espacio, medido con varillas y reglas metálicas, y el tiempo, mesurado con relojes de alta precisión, comienzan a curvarse, dilatarse y aplastarse. La inmutabilidad ya no es el fundamento de la ciencia, sino los barrotes y muros de su cárcel. Ha llegado el momento del Juicio Final. Las verdades milenarias se han declarado erróneas. En antiguos prejuicios, en los errores y en las imprecisiones ha dormido durante siglos, como en un capullo, la verdad suprema.
El mundo dejó de ser euclidiano, su naturaleza geométrica estaba formada por masas y sus velocidades.
La progresión de la ciencia ganó rapidez en un mundo liberado por Einstein de las cadenas del tiempo y el espacio absolutos.
Hay dos corrientes: una que tiende a escrutar el universo, la segunda que trata de penetrar en el núcleo del átomo, y aunque caminan en direcciones opuestas nunca se pierden de vista, aunque una recorra el mundo de los pársecs y la otra se mida en micromilímetros. Cuanto más profundo se sumergen los físicos en las entrañas del átomo, más evidentes se vuelven para ellos las leyes relativas a la luminiscencia de las estrellas. El desplazamiento al rojo que se produce en el espectro de radiación de las galaxias lejanas dio origen al concepto de universos que se dispersan en un espacio infinito. Pero bastaba acotar la observación a un espacio finito semejante a una lente, curvado por velocidades y masas, para poder concebir que era el propio espacio el que se expandía, arrastrando tras de sí las galaxias.
Shtrum no lo dudaba: no podía haber en el mundo hombres más felices que los científicos… A veces, por la mañana, de camino al instituto, y durante los paseos vespertinos, y también aquella noche mientras pensaba en su trabajo, le embargaba un sentimiento de felicidad, humildad y exaltación.
Las fuerzas que llenaban el universo de la luz suave de las estrellas se liberaban en la transformación del hidrógeno en helio…
Dos años antes de la guerra dos jóvenes alemanes habían logrado la fisión de un núcleo atómico pesado bombardeándolo con neutrones, y en sus investigaciones los físicos soviéticos habían llegado, por vías diferentes, a resultados similares; de repente experimentaron la misma sensación que cientos de miles de años antes tuvieron los hombres de las cavernas al encender la primera hoguera.
Desde luego era la física la que determinaba el curso del siglo XX. Al igual que en 1942 era Stalingrado lo que estaba determinando el curso de todos los frentes de la guerra mundial.
Pero Shtrum se sentía acechado por la duda, el sufrimiento, la desesperación.”

(Este es el capítulo 17 de la monumental Vida y Destino de Vasili Grossman, un libro que estoy disfrutando como pocos y del que todavía me quedan casi 800 páginas.) 

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Reseñas Buk Magazín: El mundo después de la revolución

(Esta entrada se publicó primero en el número 21 de Buk Magazín, que puedes leer online.)


Título del libro: El mundo después de la revolución. La física de la segunda mitad del siglo XX
Autor: José Manuel Sánchez Ron
Editorial: Pasado y Presente

Cuando uno piensa en la física del siglo XX, lo primero que se le viene a la cabeza son las dos grandes revoluciones con las que se inició: por un lado, la teoría de la relatividad y, por otro, la mecánica cuántica. Mucho se ha escrito ya de eso, pero no tanto de lo que ha ocurrido después de esas revoluciones.

Ése es el desafío que se ha planteado el físico, historiador de la ciencia y académico de la lengua José Manuel Sánchez Ron en este libro: repasar todo lo que ha dado de sí la segunda mitad del siglo XX, sin olvidarse tampoco de sus antecedentes en la primera mitad.

El resultado, sin duda, es extraordinario. Por sus páginas desfilan los científicos más importantes del último siglo, muchos de ellos desconocidos para el gran público. Asistiremos al nacimiento de disciplinas como la cosmología o la física de altas energías. Y seremos testigos de la aplicación de esos desarrollos en tecnología que ha mejorado la calidad de nuestra vida, como el GPS, Internet o la medicina nuclear, entre otros.

Un libro muy completo y rico en referencias, magistralmente escrito, en el que destaca el apabullante trabajo de documentación del autor. Basta decir que la bibliografía se extiende 50 páginas, y que el índice alfabético lo hace otras 14.

En definitiva, una obra que se convertirá muy pronto en una referencia para aquellos que quieran conocer y profundizar en la física del siglo pasado.

lunes, 3 de agosto de 2015

Resumen de la Edición LXII del Carnaval de la Física


Acaba de terminar el mes de julio y con él se cierra el telón a la Edición LXII del Carnaval de la Física. Como siempre, agradecer de corazón a todos los participantes, que en estas fechas tan veraniegas hayan sacado tiempo para realizar sus aportaciones y mantener vivo este carnaval. Mención especial a aquellos que se han atrevido con el tema conductor propuesto desde este blog, y que no era otro que el gran Albert Einstein. Si ya es difícil escribir una entrada original, hacerlo sobre un tema impuesto tiene el doble de mérito. 


En cualquier caso, vamos ya con el resumen de las entradas.
  1. Breve introducción a los aceleradores de partículasen Acelerando la Ciencia. Haciendo honor al nombre de su blog, esta entrada es una estupenda forma de familiarizarse con los aceleradores de partículas.


  2. Centenario del nacimiento de Nicholas Metropolis, en ::ZTFNews.org. Metropolis diseñó  y construyó algunas de las primeras computadoras, y ayudó a desarrollar el método de Montecarlo.


  3. ¿Cuánto tarda la luz del Sol en llegar a nosotros?en La Aventura de la Ciencia. La respuesta parece evidente...¿o no lo es?


  4. "El trabajo de James Clerck Maxwell cambió el mundo para siempre" (Albert Einstein) en Física para Tod@s. Análisis en profundidad de la figura de Maxwell, sin duda uno de los grandes científicos de la historia.


  5. 20/06/1990: se descubre el asteroide Eureka, en ::ZTFNews.org. Fue el primer asteroide troyano conocido de Marte.


  6. Púlsares y estrellas de neutrones, en Acelerando la Ciencia. Ambos son dos de los objetos más fascinantes del universo y merece la pena estudiarlos.


  7. Centenario del nacimiento del astrónomo Fred Hoyle en ::ZTFNewsorgHoyle ha pasado a la historia por la teoría de la nucleosíntesis estelar y su defensa del modelo del estado estacionario del universo, en detrimento del Big Bang.


  8. Nada tan práctico como una buena teoría, en Los Mundos de Brana. Louis de Broglie fue una de las figuras fundamentales en el desarrollo de la física cuántica, al proponer la dualidad onda-corpúsculo.


  9. Índice espectral de una radiofuente (y una nota final), en Acelerando la Ciencia. Si quieres saber cuál es el mecanismo físico que genera la radiación que mide un radioscopio, no dejes de leer esta entrada.


  10. Sobre  el origen del término 'agujero negro', en La Aventura de la Ciencia. Aunque no fuese el primero en usarlo, el físico John Wheeler fue quien popularizó la expresión 'agujero negro'.


  11. Todo es relativo, en Metros por Segundo. La paradoja de los gemelos pone de manifiesto la relatividad del tiempo y lo poco intuitivo que resulta para nuestro sentido común.


  12. 10/07/1908: se produce por primera vez el helio líquido, en ::ZTFNews.org. Lo consiguió el físico Heike Kamerlingh Onnes, lo que le valdría el premio Nobel de Física cinco años después.

  13. Tras 85 años de visión borrosa..., en ::ZTFNews.org. La histórica llegada a Plutón, según Françoise Launet.


  14. Vive rápido, muere joven y deja una bonita resonancia, en Bosoneando. La detección de resonancias es el método empleado para el descubrimiento de nuevas partículas en los colisionadores.


  15. Marietta Blau, una estrella de la Física de Partículas, en Los Mundos de Brana. Gracias a su tesón y su talento, Blau consiguió abrirse paso como científica y realizar algunas destacadas aportaciones a la física de partículas.


  16. Una explicación sencilla de la teoría de bandas en los sólidos, en La Ciencia de la Mula Francis. Basada en la física cuántica, la teoría de bandas explica la conducción de electricidad en los metales.


  17. 25/07/1984: Svetlana Savítskaya pasea por el espacioen ::ZTFNews.org. Hace ya más de 30 años, Savítskaya se convirtió en la primera mujer en realizar un paseo espacial.

  18. Esa sería una buena manera de probar su método en ::ZTFNews.org. Una curiosa anécdota protagonizada por el físico Sergey Kapitza.


  19. 28/7/1851: primer eclipse solar fotografiadoen ::ZTFNews.org. Johann Julius Friedrich Berkowski consiguió obtener este histórico daguerrotipo.

Fabuloso, ¿verdad? Pues ahora solo queda elegir cuál de estas entradas es la mejor de esta edición del carnaval. Las votaciones empiezan hoy mismo y podrán realizarse hasta el día 15 de agosto, dejando un comentario en esta misma entrada. Cada uno podrá votar a tres entradas, con diferente puntuación, desde 1 punto hasta 5 puntos como máximo. Las votaciones no son anónimas, así que deberá indicarse el nombre y el blog desde el que se realiza la votación. No es necesario haber participado en esta edición del carnaval para votar.

El ganador recibirá un premio virtual diseñado por Araceli Giménez Lorente, donde se indicará el título de la entrada y el blog ganador.

Y ahora toca leer y votar...¡gracias!


lunes, 13 de julio de 2015

La Ardilla de Oro: Pregunta 2


Querido internauta:

Quisiera empezar esta entrada diciendo que si estás participando en el evento La Ardilla de Oro y vienes aquí en busca de la segunda pregunta, cuentas de antemano con toda mi admiración y apoyo. ¡Suerte!

Dicho esto, vamos al grano. Para el que no lo conozca, La Ardilla de Oro es una iniciativa del blog Metros por Segundo, de Borja González Seoane, en el que cada participante irá saltando de blog en blog respondiendo una serie de preguntas en cada una de las bitácoras. El primero que responda correctamente a todos ellas será coronado como La Ardilla de Oro.

Desde La Aventura de la Ciencia no hemos dudado en participar en tal magno evento, sobre todo después de leer la motivadora entrada de Laura Morrón. Así que, querido internauta, si has empezado a jugar a La Ardilla de Oro y ya has respondido a la primera pregunta del blog organizador, tengo que confesarte una cosa. No lo voy a poner fácil. Ya te digo que vas a necesitar lápiz y papel para responderla. La fama cuesta...

La Pregunta nº2 de La Aventura de la Ciencia para el juego La Ardilla de Oro es la siguiente:

Los astronautas de una nave espacial que se aleja de la Tierra a una velocidad v=0,6·c -siendo c la velocidad de la luz-, deciden descansar un rato después de comer y dormir una siesta de una hora. ¿Cuál va a ser la duración de la siesta para el control de la misión que se encuentra en la Tierra?

Una vez que hayas dado la respuesta, puedes pasar a la siguiente pregunta, que va a plantear el gran Sergio L. Palacios desde su blog El Tercer Precog. Si por un casual te atascas con mi pregunta y no consigues responderla, mi consejo es que pases a la siguiente sin dudarlo. Siempre puedes volver aquí más tarde para intentar hallar la solución con la mente más fresca.

Suerte a todos y enhorabuena a Borja por la iniciativa que esperamos que sea un éxito.


martes, 7 de julio de 2015

Reseñas Buk Magazín: Al servicio del Reich. La física en tiempos de Hitler

(Esta entrada se publicó primero en el número 20 de la revista Buk Magazín, que puedes leer online.)




Título del libro: Al servicio del Reich. La física en tiempos de Hitler
Autor: Philip Ball
Editorial: Turner
Traductor: José Adrián Vitier

La física alemana fue uno de los faros que alumbró la ciencia durante las primeras décadas del siglo XX, hasta que los nazis llegaron al poder y se hicieron con el control absoluto de la sociedad alemana, incluyendo la ciencia. 

Para intentar comprender cómo se pudo llegar a aquella terrible situación, el libro se centra en la historia de tres de sus científicos más destacados: Max Planck, Peter Debye y Werner Heisenberg. Los tres recibieron el premio Nobel en su respectiva disciplina (Debye en química; Planck y Heisenberg en física). Y los tres, en diferentes momentos, lideraron la ciencia alemana bajo el régimen nazi.

Lo cierto es que, dejando de lado a unos pocos partidarios de los nazis y a los muchos detractores que se tuvieron que exiliar, la mayoría de los científicos alemanes se encontraban en una posición intermedia. No simpatizaban con los nazis, pero tampoco hicieron mucho por enfrentarse a ellos. Algunos consideraron que su primer deber como alemanes era obedecer al estado, dejando de lado los problemas de conciencia. Otros pecaron de soberbia al pensar que podrían mantenerse al margen de la política. Al final, todos ellos acabaron doblegándose a las exigencias de los nazis.

Un libro excelente, muy bien documentado, que hará las delicias de los amantes de la ciencia y los aficionados a la historia, en especial a los de aquel espantoso periodo.

lunes, 29 de junio de 2015

Sobre el origen del término 'agujero negro'

Gargantúa, el agujero negro de la película Interstellar. ©Warner Bros.

Apenas un mes después de que Albert Einstein publicase su teoría general de la relatividad en 1915, el físico alemán Karl Schwarzschild encontró una solución exacta a las ecuaciones del campo gravitatorio einsteniano en el vacío producido por un cuerpo esférico. Schwarzschild descubrió que su solución conducía a un resultado sorprendente: si el cuerpo celeste tuviese la masa suficiente y se redujese a un tamaño apropiado, su gravedad sería tan fuerte que ni siquiera la luz podría escapar. Aunque esta situación podía asimilarse al campo producido por el Sol, en el que se movían los planetas, nadie pensaba que un objeto así pudiera existir realmente en el universo.

A finales de la década de 1920, sin embargo, se empezó a conocer el ciclo vital de las estrellas. Y entonces la situación cambió. Cuando el hidrógeno de una estrella empieza a consumirse, el calor generado por la fusión nuclear disminuye y ya no compensa su peso; la estrella se enfría y se encoge. Al reducir su tamaño, los átomos se acercan más unos a otros, entrando en juego otro mecanismo para frenar esa contracción: la repulsión eléctrica de los electrones de los átomos. 

En 1930, un joven físico indio de 19 años, Subrahmanyan Chandrasekhar, calculó que si la masa de una estrella fuese aproximadamente 1,44 veces la masa del Sol, la atracción gravitatoria en la última fase de su vida sería tal que la repulsión entre los electrones de los átomos no sería capaz de frenarla. En algunos casos, estas estrellas llegarían a explotar con violencia en forma de supernova, o conseguirían desprenderse de la suficiente materia como para reducir su peso. De no ser así, la estrella se contraería y colapsaría debido a la atracción gravitatoria de sus componentes. 

¿Cómo llamar a este objeto colapsado gravitatoriamente? Dejemos que sea el físico estadounidense John Wheeler quien lo explique, tal y como lo cuenta en su autobiografía Geons, Black Holes and Quantum Foam (Norton, 1998).

John Archibald Wheeler (1911-2008) | Fuente

'En el otoño de 1967, Vittorio Canuto, director administrativo del Instituto Goddard para Estudios Espaciales de la NASA en el 2880 de Broadway, en Nueva York, me invitó a dar una conferencia para considerar posibles interpretaciones de las nuevas y sugerentes evidencias que llegaban de Inglaterra de los púlsares. ¿Qué eran estos púlsares? ¿Enanas blancas que vibraban? ¿Estrellas de neutrones en rotación? ¿Qué? En mi charla argumenté que debíamos considerar la posibilidad de que en el centro de un púlsar se encontrase un objeto completamente colapsado gravitatoriamente. Señalé que no podíamos seguir diciendo, una y otra vez, "objeto completamente colapsado gravitatoriamente". Se necesitaba una frase descriptiva más corta. ¿Qué tal agujero negro?, preguntó alguien de la audiencia. Yo había estado buscando el término adecuado durante meses, rumiándolo en la cama, en la bañera, en mi coche, siempre que tenía un momento libre. De repente, ese nombre me pareció totalmente correcto. Cuando, pocas semanas después, el 29 de diciembre de 1967, pronuncié la más formal conferencia Sigma Xi-Phi-Kappa en la West Ballroom del Hilton de Nueva York, utilicé ese término, y después lo incluí en la versión escrita de la conferencia, publicada en la primavera de 1968.'

Así fue, por tanto, cómo Wheeler introdujo el término 'agujero negro'. Era sugerente y su éxito fue inmediato, quedando asociado desde entonces a estos fascinantes objetos del universo. En la actualidad, el término ha traspasado los límites de la física, siendo aplicado en otros campos como la economía, la política o incluso en la vida cotidiana. Lo curioso de todo esto es que la explicación de Wheeler no era correcta, ya que un púlsar está impulsado por una estrella de neutrones, y no un agujero negro.

NOTA 1 : El primer párrafo ha sido modificado siguiendo el acertado comentario de Mario Herrero (@Fooly_Cooly) en Twitter (1 y 2).

NOTA 2: Como bien apunta Samuel Dalva (@SamuelDalva) en Twitter (1, 2 y 3), según Marcia Bartusiak el término ya se había empleado antes de Wheeler. Os recomiendo leer el primer artículo en papel en el que se menciona el término, 'Black Holes' in Space, publicado el 18 de enero de 1964. Que cada uno saque sus conclusiones.

NOTA 3: Esta entrada participa en la Edición LXII del Carnaval de la Física que organiza este blog.


miércoles, 10 de junio de 2015

¿Cuánto tarda la luz del Sol en llegar a nosotros?


La respuesta convencional es que necesita algo más de ocho minutos en recorrer los casi 150 millones de kilómetros que separan la Tierra del Sol. Pero la pregunta tiene trampa, porque en realidad también hay que tener en cuenta lo que tarda la luz desde que se genera en las profundidades del Sol -el núcleo- hasta que llega a su superficie. Y entonces la respuesta cambia de forma radical: no hablamos de minutos, ni horas, ni días, ni semanas, ni meses, sino de años. Miles de años.

Para entender esto hay que pensar que el interior del Sol es muy denso (unas diez veces más que el plomo) y su temperatura es tan alta -varios millones de grados- que el hidrógeno se encuentra en forma de plasma; es decir, los electrones y los protones no se encuentran ligados en un átomo, sino que 'campan a sus anchas' formando una sopa de partículas cargadas eléctricamente. En estas condiciones, las reacciones de fusión nuclear transforman el hidrógeno en helio, emitiendo fotones en el proceso.

Ahí es donde empieza la fascinante aventura de estos fotones. Hasta la superficie solar les espera unos 690.000 kilómetros plagados de trillones y trillones de protones que se interponen en su trayectoria, y con los que rebotarán si se chocan con ellos. La consecuencia es que los fotones siguen un camino aleatorio; si se tiene en cuenta la cantidad de protones, su separación en las distintas capas del Sol y la distancia total que tienen que recorrer, los últimos modelos matemáticos arrojan un resultado final de ¡170.000 años hasta que los fotones alcanzan la superficie!

Para que te hagas una idea de lo que esto significa, los fotones que ahora mismo impactan en tu retina empezaron su viaje hace dos glaciaciones, cuando los seres humanos comenzaron a utilizar ropa.

NOTA: Esta entrada participa en la Edición LXII del Carnaval de la Física que se alberga en este blog, La Aventura de la Ciencia.
  

lunes, 8 de junio de 2015

Ciencia Jot Down 2015


Parece que fue ayer, pero resulta que ya ha pasado casi un año de un acontecimiento tan especial como fue el evento de divulgación científica Ciencia Jot Down 2014 que se celebró en Sevilla. Aquello fue un rotundo éxito, así que la revista cultural Jot Down, la Universidad de Sevilla y demás implicados se han visto 'obligados' a repetir. Por eso, el próximo fin de semana, el Salón de Actos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática volverá a ser testigo de dos jornadas de auténtico lujo: las que conforman el evento Ciencia Jot Down 2015.

La fórmula es similar a la del año pasado. Durante el viernes por la tarde y el sábado por la mañana habrá diversas charlas, en las cuales podremos escuchar, entre otros, a José Ramón Alonso hablar del cerebro enamorado o a Isabel Fernández Delgado explicarnos la geometría de las pompas de jabón. También habrá un par de mesas redondas que prometen ser apasionantes: una sobre periodismo científico y otra sobre amor 2.0. Además, el viernes se cerrará la jornada con la actuación de los ganadores del concurso Famelab 2015. Y el sábado se entregarán los premio del concurso DIPC de Divulgación de la Ciencia. Los dos ganadores se embolsarán 1.000€ y 500€, gracias al patrocinio del Donostia International Physics Center. Por si todo esto fuera poco, la clausura del evento correrá a cargo de José Antonio Pérez (@mimesacojea), el responsable del programa televisivo de divulgación científica Órbita Laika. No dejes de consultar el programa completo

Por último, un par de apuntes. Como el año pasado, la entrada es gratuita, pero es necesario inscribirse previamente aquí. Un mínimo trámite que además no se pide por molestar, sino por cuestiones de control y seguridad. Repito, y eso es lo que hay que valorar, que la entrada es gratuita, un verdadero lujo en los tiempos que corren.

También este año la organización ha habilitado una Fila 0. Por 50€, tienes derecho a libros y revistas por valor de esos 50€, más la asistencia a una cena de gratis que se celebrará en un 'marco incomparable' de la capital con los conferenciantes y participantes al evento. Irresistible, ¿verdad?

En definitiva, que este Ciencia Jot Down 2015 promete...¿Quién dijo que segundas partes no fueron buenas?


viernes, 5 de junio de 2015

Presentación del la Edición LXII del Carnaval de la Física


Tengo el honor de anunciaros que este blog va a ser el anfitrión de la LXII Edición del Carnaval de la Física que se va a celebrar durante los meses de junio y julio. 

Para aquellos que no conozcáis el Carnaval de la Física, se trata de una iniciativa de Gravedad Cero que, desde noviembre de 2009, recoge mensualmente las participaciones de los blogueros interesados. El objetivo es dar a conocer la física en cualquiera de sus facetas, de forma amena y divulgativa, a ser posible. 

¿Qué es lo que hay que hacer para participar? Pues publicar una entrada en vuestro propio blog. El formato de la entrada es libre, por lo que no es necesario escribir un artículo científico; también se puede participar comentando una película, subiendo una imagen o hablando de un libro, siempre que tenga alguna relación con la física. El único requisito es que indiques en la entrada que participa en la LXII Edición del Carnaval de la Física y enlazar también con la página que lo alberga en esta edición, es decir, La Aventura de la Ciencia

El anfitrión también puede proponer un tema como hilo conductor de la edición que, por supuesto, es simplemente orientativo y no vinculante. Como en este blog no nos andamos con chiquitas, y después de escoger en la última edición que se organizó aquí al gran Isaac Newton, sólo hay un físico a su altura. Un físico que en 1905 envió a la revista Annalen der Physik un artículo titulado Sobre la electrodinámica de los cuerpos en movimiento, llegando a su redacción el 30 de junio y publicándose el 26 de septiembre de ese mismo año. Un físico que por entonces trabajaba en una oficina de patentes de Berna y que era un completo desconocido en los círculos científicos. Un físico que, como ya habrás adivinado, se llamaba Albert Einstein. Por tanto, Albert Einstein será el tema conductor de esta ediciónEs la mejor manera de celebrar el 110 aniversario de aquel annus mirabilis de 1905 donde el genio publicó tres artículos que cambiaron la historia de la física


Una vez publicada la entrada es conveniente que el anfitrión, es decir, un servidor, se entere. Puedes  hacerlo de estas dos maneras:


El plazo para publicar las entradas empieza hoy mismo, 5 de junio, y termina el 25 de julio. A partir de entonces, me pondré a recopilar todas las que hayan participado (espero que sean muchas) y el día 30 de julio se publicará la lista de las entradas participantes, ordenadas según la fecha de recepción, y con un breve resumen de cada una.

A partir del 30 de julio, los internautas podrán votar la entrada que más les haya gustado de la presente edición. El voto se podrá realizar en los comentarios a la entrada-resumen que publicaré el día 30. El ganador recibirá un premio honorífico en forma de este distintivo para que el autor pueda lucirlo orgulloso en su blog.



Aprovecho la ocasión para animar a todos los amantes de la ciencia en general, y de la física en particular, a aportar vuestro granito de arena participando en el Carnaval de la Física y divulgándolo entre familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo. 




NORMAS PARA LA PROTECCIÓN DE LA DIFUSIÓN DE LA CIENCIA
Recordatorio para los participantes
Cada participante es libre de tratar cualquier tema (histórico, de contenido literario, artístico, etc.) que esté relacionado con la física. Asimismo, puesto que la intención del Carnaval de la Física no es hacer ciencia sino divulgarla, los blogueros que quieran hablar sobre nuevas teorías de la física o de la ciencia en general deberán haber superado al menos un proceso de revisión por pares (peer-review, en inglés) en una revista nacional o internacional reconocida por la comunidad científica internacional. La exposición de teorías propias no serán aceptadas.


martes, 19 de mayo de 2015

Vera Rubin y el lado oscuro del universo

(Esta entrada se publicó primero en el número 20 de la revista Buk Magazín, que puedes leer online.)


Vera Rubin nació en 1928 en Filadelfia (Pensilvania). Sus padres, Philip y Rose, se habían conocido en la Bell Telephone Company. En 1933, Philip, ingeniero electrónico, abandonó la empresa porque no se sentía útil. Después de pasar por varios empleos temporales, consiguió trabajo en Washington, adonde se trasladó la familia en 1938.

La habitación de Vera tenía una enorme ventana orientado al norte. Acostada en su cama, observaba las estrellas durante horas, y llegó a pasar noches en vela esperando la visión fugaz de un meteorito. Con ayuda de su padre, construyó un telescopio con el que seguir descubriendo los secretos del cielo nocturno. Aunque apenas tenía once años, ya sabía que dedicaría su vida a la astronomía.

Su paso por la escuela fue más bien discreto. Destacaba en matemáticas, otra de sus pasiones, pero no consiguió hacerlo en ciencias. Le concedieron una beca para estudiar en la Universidad femenina de Vasaar. Cuando su profesor de física se enteró, le dio un consejo: “Mientras permanezcas alejada de la ciencia, todo irá bien”. Vera demostraría lo equivocado que estaba.


Después del terrible paréntesis de la Segunda Guerra Mundial, Vera retomó sus estudios. Entró como ayudante en el Departamento de Astronomía y aprendió a manejar los instrumentos propios de su profesión. Hizo un máster en la Universidad de Cornell en 1950. Su tesis planteaba una hipótesis audaz para la época, según la cual el universo experimenta un movimiento de rotación alrededor de un eje central, y no se limitaba a expandirse desde un punto, tal y como postulaba el Big Bang.

La tesis recibió multitud de críticas, pero Vera no se desanimó. Continuó sus estudios en la Universidad de Georgetown, donde se doctoró en 1954 tras recibir clases nocturnas, mientras su marido la esperaba en el coche porque ella no sabía conducir. Durante los años siguientes se abrió paso en el mundo de la astronomía profesional. Trabajó en Georgetown y en California. Asistió a reuniones y cursos con los mejores astrónomos de la época. Y empezó a manejar los telescopios de los observatorios punteros del país, como Kitt Peak o Palomar.

En 1970, Vera decidió estudiar, junto con el astrónomo Kent Ford, la velocidad de rotación de las estrellas en nuestra vecina galaxia espiral de Andrómeda. Para su sorpresa descubrieron que, a pesar de que la mayoría de las estrellas se acumulaban en el centro, las estrellas de los extremos giraban igual de rápido, aunque la acción de la gravedad debía ser mucho menor. Esto apuntaba a la presencia de una materia invisible, que no interaccionaba con la luz, pero cuyos efectos gravitatorios sí eran apreciables. Los datos de otras decenas de galaxias espirales analizadas por Vera y Kent confirmaron esta asombrosa hipótesis.

La galaxia Andrómeda, vista por el telescopio espacial Spitzer (crédito: NASA)

Con el paso de los años se han ido acumulando numerosas pruebas de la existencia de esta materia oscura, cuya proporción con respecto a la materia ordinaria es de 10 a 1. Todavía se desconoce su naturaleza, pero todo indica que consiste en algún tipo de partícula elemental aún no descubierta, que abriría las puertas de una nueva física.

Mientras tanto, los reconocimientos a la labor de Vera se han ido sucediendo. En 1981 fue elegida miembro de la National Academy of Sciences. En 1993 recibió la National Medal of Science y en el 2008 le concedieron el Richtmyer Memorial Award. A sus 86 años, puede que lo mejor esté todavía por llegar: el día en que sepamos qué es la materia oscura, habrá un Premio Nobel de física esperándola.